miércoles, 23 de noviembre de 2011

11 enero 2010 La Nueva España (Asturias)

11 gener 2010

Els contactes que en Robert te a tota Espanya el fan tenir una gran quantitat de informació que apareix relacionada amb terrorisme i víctimes.
Una exemple es l’article que va signar un filòsof i que va causar la reacció d’en Robert per defensar la dignitat i el respecte de totes les víctimes del terrorisme.
L’article d’en Robert es va publicar en el diari on abans havia publicat el seu el filòsof, en una excel·lent mostra de equitat periodística. No consta que cap altre víctima ni cap associació tingués una resposta com la de l’AMIC Robert.
Es el diari “La Nueva España” de Astúries.
Víctimas de primera y de segunda
Respuesta a algunas opiniones del filósofo Gustavo Bueno
Destacado: Todas las víctimas del terrorismo son de Champions League; sin distinción de uniformes, credos, ideologías o autoría del correspondiente atentado
“Voy a ser políticamente incorrecto”, suele decir todo el que va a decir alguna tontería. En esta ocasión, lo políticamente incorrecto es que “hay que distinguir entre las víctimas de ETA y las del 11-M. Las víctimas de ETA, por ejemplo, un policía, pueden en cierta medida evitar su muerte marchándose del País Vasco. Pero siguen ahí desempeñando su función, asumiendo un riesgo, y pierden su vida. Sin embargo, las víctimas del 11-M se parecen a las de un “tsunami”, iban en unos trenes y sin más murieron por efecto de unas explosiones». O sea, que hay víctimas heroicas y pobres desgraciados con mala suerte. No sé qué conclusión querrá sacar Gustavo Bueno de esa diferencia, aunque conociéndolo me temo lo peor. Lo que sí sé es que sus palabras no son políticamente incorrectas, sino conceptualmente incorrectas, lo que es más grave en alguien que se ha dedicado profesionalmente a la filosofía. Si hay dos clases de víctimas, ambas se dan entre las víctimas de ETA, que no sólo mata policías en el País Vasco, sino ciudadanos anónimos en un centro comercial o en un aparcamiento, gente que tuvo la mala suerte, como los viajeros del 11-M, de estar allí en ese momento y «sin más murieron por efecto de unas explosiones”.
No conozco personalmente al filósofo Gustavo Bueno, pero información contrastada vía internet me ha permitido saber que es riojano y tiene más de 80 años. La Rioja, tierra de gente honrada e inteligente, y más de 80 años, con lo que se le presupone cierto discernimiento. Pero en el caso del señor Bueno, lo último no puedo confirmarlo. Cuando me llegó la noticia publicada el pasado 3 de diciembre, no pude contener un gesto de repulsa y un incontenible deseo de dar respuesta, basada en hechos reales y no filosóficos, a su errónea opinión. No tengo carrera universitaria, sólo soy una víctima de un atentado terrorista que lleva los últimos 21 años de su vida intentando ayudar a otros ciudadanos que también sufrieron o sufren las consecuencias de esos actos salvajes. Estos 21 años me han permitido conocer a víctimas residentes en Asturias y a familiares de víctimas asesinadas o heridas en atentado en La Rioja y que ahora viven en Cataluña o en Extremadura... Ángeles, Pilar, Santiago, Francisca... Y a centenares de víctimas de los cuatro atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Y a las víctimas de mi propio atentado, el de los almacenes Hipercor en Barcelona en junio de 1987. Sí, señor Bueno, las que fueron asesinadas y heridas en el aparcamiento de un centro comercial. Y a víctimas de hasta catorce bandas terroristas diferentes.
Estoy seguro de que el señor Bueno estudió el rico idioma español y oyó hablar de la palabra «empatía». Póngase en el lugar del policía nacional y dígame si ciertamente tiene la posibilidad de marcharse del País Vasco. ¿Conoce usted lo de la «asignación de servicio»? Seguramente, usted no lo habrá consultado y por eso desconoce la gran cantidad de policías nacionales asesinados, también, fuera de Euskadi. Y, por extensión, militares, guardias civiles, ertzaintzas y hasta mossos d’Esquadra. Y sin olvidar a los ciudadanos anónimos, los que comúnmente se denominan «civiles».
Y con el tema del 11-M, más de lo mismo. Señor Bueno, no tengo noticias de que estuviera usted en una sola de las sesiones del juicio celebrado en la Casa de Campo madrileña. Ni usted ni tantos otros que hablan de las víctimas del terrorismo o hasta de algunos que dicen representarnos. Si hubiera estado un solo día allí, habría visto a víctimas del 11-M recibiendo la ayuda y el respaldo de otras víctimas, en este caso de ETA o de atentados de origen islamista anteriores a 2004.
Víctimas de cuatro atentados terroristas ocurridos la misma mañana. Atentados terroristas que, por si no lo aprendió al estudiar filosofía, son actos sucedidos de forma voluntaria, premeditada y estudiada hasta el más mínimo detalle por sus autores. Un «tsunami» es un acto devastador producido por la fuerza de la naturaleza, nadie puede ser acusado de sus efectos destructivos.
Señor Bueno, ¿sería usted capaz de sentar en el banquillo de los acusados a la madre naturaleza?
Para terminar, señor Bueno, y con todo el respeto que me merece su amplia trayectoria como filósofo, si usted hace distinción entre los policías nacionales asesinados por ETA en el País Vasco y los ciudadanos anónimos asesinados el 11-M, ¿cómo cataloga a las víctimas del GRAPO, de Terra Lliure, del ERCA, del FRAP, de la extrema derecha...?
Para mí, y eso se lo dice un seguidor del Barça, todas las víctimas del terrorismo son de Champions League. Sin distinción de uniformes, credos, ideologías o autoría del correspondiente atentado. Como debe ser.


















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