miércoles, 23 de noviembre de 2011

15 mayo 2010 (aprox) El Tall (Gremi Carnissers)


15 maig 2010 (aprox)
Seguint amb les seves col·laboracions en revistes de diferents tipus, en Robert va tornar a escriure en la publicació “Tall”, del Gremi de Carnissers de Barcelona el maig de 2010.

Coincidencias

Pude estrenarme en la revista “Tall” en el pasado número, planteando una lucha que desde 1987 no me ha dejado tranquilo. Quien tuvo el detalle de leer aquel artículo recordará mi mosqueo cuando, para referirse a un desastre en el que hay un alto número de pérdidas de vidas humanas, se utiliza constantemente la palabra “carnicería”, asociando esta hermosa profesión con la idea de muerte, dolor y mutilación. Tenía pensado juntar cuatro letras para hablar de mis juveniles recuerdos cuando empecé en esta querida y antigua profesión.

Pero por un cúmulo de coincidencias, hoy he tenido el honor de charlar con mi viejo amigo Eduardo, maestro en el mundo de la investigación periodística. A veces, las coincidencias se conjuran para hacer que en pocos días o hasta en pocas horas,  circunstancias totalmente independientes unas de otras se interrelacionen de un modo casi mágico. Mi antiguo compañero en “Hipercor”, otro excelente ex - carnicero con quien sigo manteniendo el contacto tras veinte años (Mayketas, qué bueno eras puñetero), me recomendó la lectura de un libro que le ha dado respuestas a muchas preguntas. Y es que, aunque a alguien pueda parecerle extraño, los libros están hechos para hacernos pensar…. El libro en cuestión se titula “Sin cobertura” y trata sobre las oscuras razones por las que nuestro país acabó metido de lleno en la guerra de Irak. Un excelente trabajo de investigación periodística, absolutamente contrastada, de los maestros Eduardo Martín de Pozuelo y Jordi Bordas, buques insignia en el diario La Vanguardia. Una extensa relación de intereses políticos ¿o más bien  partidistas?, con las desconocidas maniobras que suceden en el mundo real del espionaje a nivel nacional e internacional. Con los estúpidos egos que pueden destrozar en minutos el incansable trabajo de muchos años. Un libro que ofrece, sin ningún tipo de cortapisas, nombres y apellidos muy conocidos y lugares que existen realmente. Un libro que presenta aquellos entresijos que la inmensa mayoría de ciudadanos ni siquiera sospecha. Mientras leía el libro, recordaba constantemente una canción de Miguel Bosé, del año 1993 titulada “gota a gota” poniendo en  boca de ciertos poderes mediáticos y económicos la frase “y quien quiera saber no ha de conocer nunca la verdad”. Cuán cierto es….

Viajando desde Madrid a Bagdad, desde Barcelona a Nasiriyah, conociendo la geografía iraquí y las raíces origen del terrorismo islamista que poco después reventaron Madrid. Pero ¡¡ ay ¡!. Mis amigos Eduardo y Jordi, al describir directamente la comisión de un terrible atentado contra miembros del CNI español también caen en la trampa y recurren a la palabra más fácil. Los disparos, la traición, las explosiones, el terror y las víctimas mortales son sinónimo de, cómo no, una carnicería.

Os decía que hoy he hablado con Eduardo. Le he felicitado por la excelente labor de investigación realizada y por haber sabido enganchar al lector en la trama, real como la vida misma. Pero, con la confianza y el respeto que da la amistad de tantos años de contacto, también le he dado un pequeño “tirón de orejas” por relacionar carnicería con muerte, traición y dolor.

Ha entendido perfectamente la explicación que le daba su amigo Roberto, ha captado el error cometido y me ha prometido que en la próxima edición corregirán el agravio. Lo cambiarán por matanza.
Bueno, en realidad no me lo ha prometido a mí. Os lo ha prometido a todos aquellos que seguís desempeñando la dignísima profesión de carnicero.









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