lunes, 9 de junio de 2014

06 junio 2014 La Razon (opinion)

06 junio 2014



Rojos y negros






¡Ya estamos todos! Era mas que previsible que la deriva de la cadena independentista promovida por proetarras fuese pegando los coletazos que está pegando. ¡Qué indignidad! ¡Qué humillación! Para las víctimas del terrorismo, desde luego. Para los que creemos en España y en nuestro sistema de derechos y libertades. No era suficiente con que los esbirros de la alianza Bildu-Sortu-Amaiur se echasen a la calle para erigirse en damnificados mayores del opresor régimen establecido por la Constitución. Ahora resulta que quienes no han hecho sino mostrarse insensibles ante ETA reciben el apoyo caluroso de la extrema izquierda, crecida y ensoberbecida (pero tan equivocada y obtusa como siempre) tras el 25M. En efecto. Lo peor de cada casa se junta en una cadena humana que representa lo más bajo de nuestra sociedad, lo más vil de nuestra política. ¡Y tiro porque me toca!  Porque estos lacayos de la violencia no buscan otra cosa que no sea provocar, desafiar, la sedición, subirse a la chepa del Estado de derecho, torear a los ciudadanos cuando no burlarse directamente de ellos. Seguramente es posible dañar en mayor grado a nuestros compatriotas, en este caso de vascos y navarros; pero no debe de ser nada sencillo. Porque quienes nos lesionan están en la idea fija de lastimar nuestra conciencia nacional, debilitarla hasta el extremo, anularla. Los compinches de ETA con el agitador de la Complutense erigido en líder de masas después de dar un par de charlas en herrikotabernas. ¡Vaya cuadro! Y vaya fracaso el que tienen asegurado.

Opinión:

Señor Merlos: dice usted que la cadena humana realizada en el País Vasco es una humillación “para las víctimas del terrorismo”. Creo que por muchos títulos universitarios que Usted pueda colgar en la pared, no acudió a clase el día que enseñaban que “toda generalización implica injusticia” aunque yo añadiría que además implica desinformación o directamente intención de injuriar o MALinformar.
En mas de 25 años dedicado a atender las necesidades de cientos de víctimas del terrorismo he podido visitar los domicilios de muchas familias, cosa que seguramente Usted habrá hecho en contadas ocasiones, si acaso en alguna… y he podido ver desde banderas preconstitucionales hasta esteladas, pasando por banderas españolas, republicanas, europeas, de colectivos homosexuales… ¡y hasta habían domicilios en los que no había NINGUNA bandera! ¿Le sorprende esto? Pues no debería, porque Usted presume de conocer al colectivo de víctimas del terrorismo, pero no se quiere enterar de que en el mismo hay ciudadanos de toda condición ideológica, política, religiosa o sexual.
Eso de relacionar la cadena humana del País Vasco o Catalunya con las tesis proterroristas… ¿podría decírselo a la cara a las víctimas del terrorismo presentes en la Vía Catalana del 11 de septiembre pasado? ¿Sabe usted que también hubieron víctimas presentes en esa cadena humana? ¿Por qué tiene usted que colocar al colectivo de víctimas como un ente de pensamiento único? ¿A quién quiere usted engañar?
Estoy seguro que entre los presentes en esas cadenas humanas pudieran haber quienes apoyaron y jalearon los actos terroristas perpetrados por la banda ETA… hasta puede que entre esos asistentes haya quienes todavía tengan aberrantes dudas al respecto, pero no hace tanto les exigíamos que pidieran lo que quisieran hablando, sin utilizar las pistolas ni las bombas ni el terrorismo… y ya lo hemos conseguido. Ahora empiezan a hacerlo cogiditos de las manos… aunque ojalá lo hubieran empezado a hacer así hace cuatro décadas ¿verdad?
¿O a Usted le interesa hacer creer que las cosas no están cambiando?
Sinceramente, señor Merlos, se lo digo como víctima del terrorismo que soy y por la experiencia que tengo, a la cual Usted jamás podrá ni siquiera acercarse: dentro del respeto a la legalidad y siendo perseguibles aquellas acciones que puedan inducir a la comisión de un delito… que hagan todas las cadenas humanas que quieran, que se paseen por donde les salga de las narices, que saquen las banderas que les apetezcan… pero solo espero y deseo que jamás nadie, nunca más, vuelva a sufrir lo que yo, mi familia y tantos otros ya hemos sufrido… no se lo deseo a nadie, de verdad. Ni siquiera a los que piensan que “contra ETA vivíamos mejor” ni a los que confunden ser “antitaurinos” con ser “la nueva ETA”.
Pero es que, señor Merlos, no todo vale en la tarea de informar.
Y lo de confundir independentistas con terroristas ya no vende.

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